CULTURAS
Uno de los mayores temores que despertaron los cambios globales de los últimos años (la expansión de las nuevas tecnologías y de la industrialización), reforzados todos ellos por la caída del Muro de Berlín en 1989, fue que, "instaurada la modernidad" (cualquier cosa que eso signifique), quedaría sepultada la cultura local.
Pasada más de una década de vorágines y cambios políticos y sociales con repercusiones a todas las escalas, lo que ha sucedido en el mundo globalizado no es sino el reordenamiento de la cultura local, tanto en países como en regiones. En algunos casos, incluso, lo local se ha vuelto global, para sorpresa de muchos.
Estos cambios macrosociales de los hábitos cotidianos, así como sus perspectivas, constituyen el objeto de estudio de la Serie Culturas que la editorial Gedisa ha lanzado esta primavera. Néstor García Canclini, director de la colección, antropólogo y estudioso de la cultura urbana, plantea la tesis de que ni la modernidad ni la globalización anulan las culturas tradicionales y locales, pero considera al mismo tiempo que éstas no pueden ser entendidas sin los procesos y los movimientos globales.
El objetivo de la Serie Culturas, dice García Canclini, "es mostrar nuevos territorios interdisciplinarios con enfoques de distintas sociedades de Europa, América Latina y Estados Unidos", así como su interacción en campos que trascienden la cultura y las artes, esto es, la economía, la tecnología y la gestión de los cambios sociopolíticos. En otras palabras, conocer más a fondo los movimientos sociales que se están gestando en campos como el trabajo, la comunicación o la industria, así como al interior de las fronteras entre países, en tanto que representación de límites de estadios culturales (de Alejandro Grimson, se publicará más adelante Comerciantes, contrabandistas y gobiernos: antropología de la frontera Argentina-Brasil). Para ello, García Canclini ha recurrido a expertos en la materia de la talla de Jean-Pierre Warnier, autor de La mundialización de la cultura, o de George Yúdice, estudioso de la cultura latinoamericana, quien ha escrito para esta serie El recurso de la cultura: usos de la cultura en la era global.
"Se trata de estudios basados en investigaciones científicas de autores con posiciones propias; esto es, análisis de procesos observables a través de una visión antropológica de la cultura", dice García Canclini sobre la colección que tiene ya en el mercado los dos títulos anteriores, así como Ensamblando culturas del antropólogo Luis Reygadas y Ciudadanos mediáticos, la construcción de lo público en la radio, de la argentina Rosalía Winocur. Lo que llamamos Cultura, dice García Canclini, quien es también autor de Culturas híbridas (Premio Book Award de la Latin American Studies Association), no es más un mero fenómeno suntuario o de fines de semana, sino algo que se ha expandido al ámbito laboral y social, en los medios de comunicación y en procesos no legibles sino ocultos.
A fin de conseguir la coherencia que se plantea el estado interdisciplinario de los estudios, Canclini señala que la colección no se alineará en una sola dirección, ni se limitará a una sola región geográfica. La idea de elegir autores de diferentes países —algunos serán traducciones, como en el caso de Warnier— es precisamente tomar el pulso de la cultura global, de las diferentes perspectivas, de los fenómenos artísticos o los procesos políticos en todo el mundo.
De acuerdo con Canclini, la serie no será una colección única y exclusivamente para académicos y universitarios, sino también para el público curioso, interesado en las transformaciones que el mundo está experimentando en todos los ámbitos, más allá de la información que nos ofrecen los periódicos a diario
INTERCULTURALIDAD
El intelectualismo es un proceso de toda comunicación e interacción entre personas y grupos humanos donde se concibe que ningún grupo cultural esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y convivencia entre culturas. En las relaciones interculturales se establece una relación basada en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo. Sin embargo, no es un proceso exento de conflictos, estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el diálogo y la escucha mutua, el acceso equitativo y oportuno a la información pertinente, la búsqueda de la concentración y la sinergia. Es importante aclarar que la interculturalidad no se refiere tan solo a la interacción que ocurre a nivel geográfico si no más bien, en cada una de las situaciones en las que se presentan diferencias.
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